domingo, 18 de diciembre de 2011

Capitulo 8: "Las Lanzas del desierto"

Un cordial saludo mis amigos, bueno hoy les traigo un nuevo cap de este fic, bueno como siempre olvido que devo subirlo y si no fuera por un amigo Andres me habria olvidado jajaja, asi que este cap va con todo cariño para Andres que siempre lee este fic y pendiente de los capitulos, asi que un aplauso para el, ahora vamos con el capitulo :)

Capitulo 8: "Las Lanzas del Desierto"

El desierto de Kodos, inmenso, basto y lleno de misterios, solo existe una tribu capaz de dominar estas arenas, los Shemshu. Una antigua leyenda dice que el arma mas poderosa de la tribu es el desierto.

-Kazel: Muy bien prepárense para la batalla... solo me quieren a mi asi que seré la carnada.
-Usfalk: Me impresiona tu sabiduría demonio, asi que una emboscada te sugeriría el cañón de sangre que esta al sudeste de aquí.
-Daein: Te ayudaré, ¿Estás seguro que podrás contenerlos?.

Sintió un ardor en su pecho, su corazón lo estaba volviendo cada día más fuerte, recordó también la derrota contra Aeon pero sabía que pronto podría vencerlo. En el campamento todos los soldados se preparaban para la batalla, arcos, escudos y espadas. Sin embargo los mas orgullosos guerreros de la tribu hacían temblar la tierra montados en sus bestias y con sus lanzas al hombro listos para usarlas contra el enemigo.




En un mesón dentro del salón principal, el demonio, el hechicero y el jefe preparan el ataque.

-Kazel: Muy bien... hora de irme...
-Usfalk: Sed cauto demonio.
-Daein: Vamos jefe no te preocupes.

Salió volando haciando estallar su energía, de a poco el gran ejercito demoniaco comienza a cambiar su runbo, su objetivo, la cabeza del traidor.

-Estoy listo acabare con todos ustedes...

El viento del desierto comenzó a soplar y alzando la vista pudo divisar al gran contingente de criaturas malignas. Se dirigían a él lentamente, en una terrible marcha que parecía oscurecer las arenas del desierto.

...Ninguno de ustedes...¡¡Jamas me derrotara!!

Hizo aparecer su hoz carmesí y se posó sobre una roca a la espera de la inevitable batalla. Al tiempo que en el campamento los tambores de la guerra comenzaban a sonar.

-Usfalk: ¡¡Andando mis guerrero!!...hoy vamos...a la guerra.

Dijo en voz baja mientras miraba el camino y luego a sus hermanos cabalgando a bordo de sus enormes bestias.

-Usfalk: ¿Podrás lanzar tus conjuros desde el lomo de un Jakhar?
-Daein: E-eso creo...es algo complicado
-Usfalk: espero que puedas ver bien a tus objetivos
-Daein: ¿y eso porque?, tengo buena visibilidad desde aqui
-Usfalk: jajaja...ya lo veras hechicero.

El gran ejército comenzo a apurar la marcha para atacar a Kazel. Los horrendos golems hechos de cadaveres fueron los primeros en adelantarse para ir por su objetivo.




-¿eso es todo?...¡¡Prision de Cadena
s!!



Del suelo y casi como una trampa aparecieron fuertes cadenas negras para atrapar a los golems y destrozarlos como si se tratara de muñecos. En el mismo momento en que Kazel emprendia su hoz contra el primer enemigo, uno a uno como si aplastara hierba fue acabandolos, su fervor era incontenible, rapido mortal, Kazel era una perfecta maquina de exterminar.

-¡¡No son mas que...Basuras!!

Cada vez aparecían mas criaturas, lograba acabarlos pero eran tantos que poco a poco comenzarón a ganar terreno.

-Demonios son interminables aaaa!!

Su furia comenzabaa dominarlo, ya casi no veía, solo cortaba y destruía todo a su paso. Sin darse cuenta, varias criaturas los habían herido, estaba exhausto pero su furia seguía manteniéndolo en pie.

¡¡Nadie sobrevivira!!...¡¡Mueran!!

Cuando recibió una poderosa cuchullada para luego destrozar el craneo de la gargola que se la propinó, una voz resonó en su mente.

-Calmate Kazel...Por favor...
-E-esa voz...N-no puede ser...

Era la voz de su amada, no sabía de donde ni como pero la escuchó, tomo un respiro y logro calmar a su corazón.

-Era ella...muy bien cálmate Kazel.

Sonrió por un momento y se preparó para ir de nuevo contra sus enemigos, de pronto escucho un cuerno y unos tambores, eran los Shemshu en el horizonte galopando hacia los demonios.

-Usfalk: ¡¡Vamos!!

Galopaban cada vez más rápido levantando las arenas de su hogar, muy pronto el viento del desierto levantó el milagro, todo el ejército Shemshu estaba cubierto en una tormenta de arena.

-Kazel: Increible...

Alzo el vuelo para ver como la gran tormenta golpeaba al ejército oscuro, las lanzas acababan con los demonios, indefensos, casi llenos de temor, iban cayendo ante un enemigo que aparecia y desaparecia frente a sus ojos dentro de la tormenta. Kazel batió sus alas y se interno también en la tormenta para unirse a la batalla.
Los Shemshu luchaban con valor y habilidad montados en sus bestias, casi como si la tormenta no existiera.

-Usfalk: ¿Hechicero estas bien?
-Daein: "Fidelis noc...", mierda esta tormenta es muy fuerte, casi no puedo ver
-Usfalk: jajaja te lo dije solo los Shemshu podemos luchar aqui, tranquilo usa esto.

-Daein: Asi esta mejor, mira y aprende jefe..."Fidelis Noctua"
-Usfalk: vaya vaya magia arcana.

El gran jefe lanzó una pesada lanza contra un golem para luego observar como comenzarón a aparecer búhos por todas partes que atacaban a los demonios.

-Usfalk: Buen trabajo hechicero acabemos con los que quedan.

Fueron acabando con todos los enemigos uno a uno, las bestias aplastaban a los esqueletos, nadie podía contra ese gran ejercito de bestias. De pronto el gran ejército solo vió a un solo demonio frente a ellos, se detuvieron para observar mientras la tormenta comenzaba a amainar.

-Usfalk: es el último que queda...
-Daein: ... ...

Guardaron silencio para divisar mejor, cuando la arena de dispersó pudieron ver las alas negras del unico demonio en pie entre los cadaveres.

-Usfalk: erese tu demonio jajaja
-Daein: ¡Kazel!

El demonio, ya convertido en heroe alzó su hoz en señal de victoria, mientras el grito de los guerreros con sus lanzas en alto inundó el cielo. Habían vencido a la sombra. Se acercó al gran jefe y lo miró con una sonrisa.

-¡¡Gloria a los hijos del desierto!!

-Usfalk: Te agradecemos demonio, podemos hacerle frente a esos demonios, ven al oasis debemos celebrar esto.
-Daein: suena bien
-Kazel: No podemos aún tienen esas piedras, si me quedo sabrán donde esta el oasis es mejor que siga mi camino, eres libre de quedarte Daein.
-Daein: Nada eso tu mandas, pero antes quisiera saber ¿que sucedera con los cautivos?
-Usfalk: serán todos liberados y viviran en el oasis seguros y libres, te doi mi palabra hechicero...en cuanto a ti Kazel supongo que tienes razon, algún día podremos celebrar entonces, eres un gran guerrero, nos volveremos a ver, el viento del desierto me lo ha dicho.
-Kazel: por alguna razon...tambien pienso lo mismo.

Los dos viajeros se despidieron entre abrazos, aplausos y gritos, aquel día se convirtieron en héroes de un pueblo resignado, les habían devuelto su orgullo.

Continuara...