esclusivo para Colmillo negro el prologo y primer capitulo de "El angel y el Demonio".
Prologo: "La playa del encuentro"
En un lejano lugar, ya olvidado en las memorias del tiempo y que solo algunos navegantes conocen, existe una hermosa playa llamada "Playa esmeralda". Durante años, la gente se ha maravillado con el color blanco de la arena y con sus aguas transparentes. Está rodeada por un acantilado, de varios metros de altura, en cuya meseta se encuentra la vegetación más verde y bella de todo el planeta.
Cercano a esa playa estuvo un pueblo, cuyo nombre se perdió en los albores del tiempo. Allí vivían humanos tranquilos, pescadores, cazadores y otros, conformando un pequeño círculo aislado del mundo. Sí, todo era paz y tranquilidad, excepto al llegar el crepúsculo.
Lucifer, cansado de ver tanta felicidad, envió al más terrible de sus demonios, llamado Kazel, a atacar la aldea.
El demonio sin vacilar un segundo, comenzó a destrozar sus campos y a matar los animales que suponían el alimento de los lugareños. Cada día más y más personas morían de hambre, peste y enfermedad. Por la tarde, el demonio se dedicaba a contemplar el océano sobre un gran saliente del acantilado, sentado en una roca.
Y aquí es donde entra Dios, quien entristecido por sus hijos envió al ángel más hermoso y bondadoso que hubiese pisado el cielo.
Éste descendió tocando una flauta, y a su paso, el desastre creado por Kazel se iba suavizando.
Pero en el corazón de los aldeanos, la oscuridad había anidado. El mal creció pronto, y su amor quedó empañado. Echaron al ángel nada más verlo tocar en sus campos, pues sus perturbadas mentes como un enemigo lo dibujaron.
Esmeralda se llamaba aquella hermosa ninfa quien a pesar de la dureza de su bienvenida, intentó resolver el problema. Se acercó en silencio al demonio oculta entre las ramas. Lo que vió allí la sorprendió de sobremanera, unas gruesas y calientes lágrimas manaban de los ojos rojos del malvado.
-¿A qué se debe vuestra tristeza? -preguntó con la voz más dulce que se hubiese escuchado. Sus cabellos dorados resplandecían con fuerza y sus ojos tan azules y perfectos como el cielo miraban con gentileza a Kazel.
Claro, que el demonio se recompuso enseguida. Se dio la vuelta y secó sus lágrimas para luego encarar al ángel. Blandió su ensangrentada hoz y atacó a Esmeralda. Pero ésta, por alguna razón no se defendía.
Estocada tras estocada, reflejaba dolor y odio a su adversaria, hasta que, cuando la hoz iba a terminar con ella, sintió algo tan cálido que lo obligó a soltar su arma.
La piel nívea de Esmeralda estaba a escasos milímetros de él, y un fuerte abrazo ceñía su cintura.
- ¡¿Quién te crees Estupida!!, para hacer eso al borde de tu muerte?! ¡¿Que no ves que estás frente a un demonio?! ¡Los demonios no pueden ser queridos!
-¡Oh, pobre de ti! ¡Te has visto obligado a mostrar una máscara cruel al mundo mientras por dentro estabas destrozado! Lo he notado al verte. Pero no debes sentirte así. No debes dejar que te consuma el dolor. Pues por más opuestos que seamos, yo estoy dispuesta a ser tu amiga.
Al momento de ponerse en pie, las heridas de Esmeralda se curaron. La energía que emanaba era tan pura que el demonio se dio la vuelta y se escudó tras la roca en la que solía estar sentado.
- No te preocupes, no pienso luchar contigo. Mi nombre es Esmeralda ¿Cuál es el tuyo?
-preguntó sonriente, sabiendo que ya no iba a ser atacada. Dió unos pasos y el demonio asomó los cuernos con cautela.
- Ka...Kazel
- ¿Y por qué estás tan triste, Kazel?
Él, ya más relajado, se volvió a sentar en la roca haciendo un espacio a Esmeralda. Contó con pena todo lo que le había pasado. Cómo desde que era un niño, Lucifer lo obligaba a hacer sufrir a la gente. En ella encontró un bálsamo para sus heridas.
Pasaron los días y el demonio sólo esperaba el crepúsculo para ver a su ángel sonriendo salir de entre la maleza. Pronto, estuvieron días enteros juntos, y Kazel sintió cómo una pequeña llama ardía en su pecho.
Esmeralda se sintió igual que él. Y al poco tiempo se confesaron sus sentimientos en ese peñasco Pero Kazel había dejado de desolar al pueblo, y el mismísimo Lucifer subió a la tierra muerto de rabia.
- ¡TÚ, MALDITO ESPANTAJO SIN SESOS! ¡¡¿¿CÓMO TE ATREVES A ESTAR AL LADO DE ESE INMUNDO ÁNGEL??!!
Lucifer se abalanzó sobre Esmeralda, que veía al rey del averno con firmeza, pues sabía que lo que ella había hecho estaba mal y que merecía el peor castigo. Aún así no se arrepentía.
Justo antes de que el tridente la atravesara, Dios bajó del cielo y salvó a Esmeralda de su verdugo.
-¡Oh, Dios Padre! He pecado al estar al lado de un demonio ¿Por qué me ha salvado?
- El amor se puede manifestar de cualquier forma, Esmeralda. Y amar a alguien tan triste y solitario no es un pecado, pues su corazón lograste sanar, aunque sea un poco.
Lucifer estaba a punto de estallar. Pero no quería iniciar una lucha con el cielo, así que decidió herir a Esmeralda con la más mortal daga que tenía.
- ¡Vaya, vaya! ¡Así que protegerás a esa chiquilla!! Pues entonces le daré el peor castigo que pudiera recibir.
Y con su mano izquierda ensartó cual brocheta a su propio subordinado, ante el grito sordo del ángel. Luego lo tiró de vuelta al suelo como si fuera un trapo y desapareció en un instante. Esmeralda llorosa se volvió a Dios.
-¡Por favor, padre, sálvelo! ¡Déle mi vida si es necesario! ¡Pero no le deje morir, se lo ruego!
-Lo siento. Pero los demonios están a cargo de Lucifer. No podemos empezar una guerra por él.
-respondió en voz baja. Esmeralda corrió a donde el cuerpo de su amado yacía y lo tomó de las manos.
Dios decidió que debía dejarla sola.
- ¡Kazel! ¡Oh, Kazel, por favor no te vayas!
Pero él sabía que ése era su fin.
- Siempre estaré contigo. Sabíamos que lo que hicimos estaba mal. Aún así no me arrepiento. Te amo Esmeralda.
Acarició sus cabellos dorados mientras intentaba el también retener sus lágrimas. Permanecieron juntos hasta que el color ceniciento se apoderó del rostro de Kazel. Con un dolor infinito, Esmeralda enterró su cadáver debajo de la roca y allí pasó día tras día llorando por su amor.
Y los meses pasaron, y en el pueblo los llantos de Esmeralda resonaron, devolviéndoles a los aldeanos su corazón, pero causándoles una gran melancolía. El ángel descubrió que su tristeza había causado que perdiera su brillo habitual, pero también había hecho que la playa y el océano se volvieran más hermosos que el cielo donde solía estar. Y con un suspiro, decidió regalar al mundo su belleza, para morir al lado de la tumba del que en vida había amado. Así la tumba de los enamorados se cubrió de flores y las más hermosas criaturas se posaron sobre esta para adornarla y convertirla en un hermoso santuario.
Y Dios bendijo aquél lugar, para que nunca jamás perdiera su belleza, y así conmemorar el amor tan puro que hubo entre un ángel y un demonio.
Así la playa esmeralda se convirtió en la playa más hermosa de este mundo.
Pero no todo fue tan tranquilo. De vuelta en el infierno, el alma atormentada de Kazel pasó incontables noches sólo, buscando la manera de volver a ver a Esmeralda. Aunque ahora la esperanza de volver a verla le hacía recobrar sus fuerzas y seguir adelante. Sabía que ya no tendría que estar sólo….
Continuara...
Espero ayan disfrutado este que es tan solo el prologo de una gran historia sigan con nosotros pronto vendras mas capitulos de esta apasionante historia, nos vemos.
